Bosque, Piedra y Paisaje. 2004.
¿Qué se puede esperar de un río cansado, una arboleda olvidada, de un alma erosionada en forma de roca?, ¿que se puede esperar de un mar hastiado, que se ha olvidado de su regia estirpe tan antigua?
Tú, ojo y rama interminable que todavía te emocionas con esos dos olivos que arden en esa cima, les devuelves con tu cámara de su sueño de piedra, y el río, y el desfiladero vuelven a rogar por la lluvia.
(Benigno tierno)